Hay dos partes que definen a las personas creativas. Sin duda, como tantos otros rasgos de personalidad o habilidades que puede desarrolla un individuo, depende tanto de la base genética como de la influencia del entorno (las últimas evidencias muestran que este último factor es más importante aún que el primero).
Entre las características que suelen demostrar las personas creativas, tales como flexibilidad o perseverancia, hay una que me ha llamado especialmente la atención, tanto por su forma de expresión como por su contenido.
Se atribuye a aquellos que portan la creatividad la letra T como una importante definición de su talento. Expresan que su visión del mundo se puede explicar con los dos trazos que constituyen la T.
- El palo vertical de la T, extenso, nos da la idea de la profundidad que una persona tiene de su campo. Es decir, el creativo destaca en un determinado terreno relativamente reducido del saber en el que ha puesto mucho empeño en conocer y practicar.
- El trazo trasversal que aparece sobre el anterior nos da la idea de amplitud de miras. Una persona creativa mantiene interés sobre muchos otros campos del saber, tiene inquietudes más lejanas en aspectos distintos no necesariamente relacionados con el propio. La anchura de este palo claramente indica que no puede ser un conocimiento tan extenso como el que define la línea perpendicular.
Y es precisamente esa combinación la cual permite al creativo obtener ideas de otros ámbitos y trasladarlas a su campo. Ese interés por aprender, por preocuparse por otras motivaciones lejos de la propia, se torna beneficioso a la hora de dar originalidad a sus obras. Varios genios de un campo determinado han desvelado que tenían interés por otras ciencias o cultivaban aficiones ajenas, las cuales pueden haber influido claramente en sus creaciones.
una vez más, nos haces reflexionar...inTeresante :) un abrazo
ResponderEliminarDe eso se trata, jaja. A ver qué se me ocurre para la próxima. ¡Besos!
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