He de reconocer que durante bastante tiempo he pensado que la vocación era algo único e indistinguible, claro como puede serlo encontrar un oasis en el desierto. Pero el otro día me encontré con estas líneas que os copio a continuación, y tuve que reconocer que tenían gran parte de razón.
Saber leerse por dentro no es fácil. Muchas personas llegan a tener serias dificultades porque sienten pasión por varias cosas que realmente son vocaciones, pero sólo una de ellas es la plena, la que de verdad importa si uno quiere realizarse.
Os dejo que saquéis vuestras propias conclusiones leyendo esta clasificación de vocaciones.
Vocación subjetiva: si el sujeto siente atractivo por una actividad, pero carece de cualidades para ella.
Vocación objetiva: posee esas cualidades, pero no el atractivo hacia ella.
Vocación auténtica: si además de sentir atractivo por la actividad, tiene las cualidades suficientes para ello.
¿Qué opináis? Repasad vuestra vida, vuestras convicciones. ¿Vuestra vocación es sólo la que consideráis auténtica? ¿O reconocéis que durante vuestra vida habéis pasado por vocaciones de los otros dos tipos que os hayan confundido?
Para que os comáis un poco más la cabeza, estas vocaciones pueden convertirse unas en otras a lo largo de nuestra vida, lo cual aporta, aparte de algún que otro quebradero de cabeza, posibilidades complejas muy interesantes que surgen de la maravillosa potencialidad que todos llevamos dentro.
Ja, qué bueno. Yo tengo muchas vocaciones subjetivas, supongo que tendré algunas objetivas (aunque nunca me he parado a pensar en cuáles podrían ser) y una auténtica... a medias. Me gustaría pensar que valgo para profesor, pero creo que tengo muchos aspectos que mejorar a la hora de ser un docente. Eso sí, a mi aparecer, las aptitudes las tengo, sólo tendría que desarrollarlas.
ResponderEliminarMuy interesante la entrada, como siempre, Luis =D
Si te digo la verdad, yo tengo de los tres tipos.
EliminarSi sientes que vales para profesor, es cuestión de que te pongas a ello y lo experimentes. Y si tienes que pulirte, no pasa nada, la práctica hace la perfección. Ánimo.
Gracias, ¡un saludo!
Me ha gustado mucho el post!
ResponderEliminarYo he tenido muchísimas vocaciones subjetivas de pequeña. Ahora tengo unas cuantas vocaciones auténticas (o eso creo), aunque no todas he podido realizarlas.
Yo creo que si de verdad se quiere, a una vocación subjetiva se le pueden poner ganas, y así convertirla en auténtica.
Un saludo!
Jaja, me alegra ver que lo has encontrado interesante.
EliminarSí, la subjetiva es más de pequeño, ¿no? Cuando te preguntan a ver qué vas a ser de mayor, aunque también las podemos tener ahora.
Por supuesto que se pueden tener varias auténticas, y si las tienes eres muy afortunada, ¡permíteme felicitarte!
¡¡Un saludo!!
Lo cierto es que a menudo la mayoría de las personas suelen (solemos) decir que trabajamos de una cosa pero que sin embargo, habríamos deseado hacer otra, y luego comenzamos pero que si esto, que si aquello... y al final, dejamos por alcanzar lo que realmente habríamos deseado y continuamos adelante con lo que se cruzó en el camino.
ResponderEliminarSiempre he pensado que si alguien puede y consigue, hacer, trabajar y dedicarse plenamente a aquello que le llena, lo ilusiona y le gusta.... ¡ES AFORTUNADO! Y por supuesto, que no lo deje pasar sin más.
Saludos!!!!!
Llevo un tiempo sin pasar, pero es que voy algo loca por falta de tiempo.
Es cierto, ese cruce de caminos pasa mucho, es difícil saber dónde vas a acabar y luego acabas conformándote con lo que tienes (especialmente ahora, donde ya tener algo es bastante...) Precisamente lo que comentas es de alguien afortunado pero creo que también luchó lo suyo, trabajando allí donde sus capacidades están mucho más enfocadas a la motivación, puede ser más feliz y más productivo.
EliminarGracias! Tranquilo, esto está abierto para cuando quieras pasarte, jeje