Lo he leído en una carta enviada por un lector al periódico británico The Guardian. En el artículo, George Mills describe que, de no ser por una reunión abierta al público que los miembros de la RAE mantuvieron hace poco discutiendo este término, no se habría enterado de que la palabra en cuestión no existe en castellano; y yo tengo que decir que de no ser por este señor yo tampoco me habría enterado de este hecho. Esto podría ser en sí una serendipia.
Serendipia describe un descubrimiento fortuito, no esperado, pero que resulta ser de gran interés. Es un término muy usado en ciencia porque algunos de los grandes hallazgos de este campo se han producido de esta forma. Sin ir más lejos, el descubrimiento de la penicilina por Fleming o el principio de Arquímedes serían ejemplos de serendipias. También podéis encontrar una anterior entrada mía que entraría dentro de esta denominación: la molécula de Clara Lazen. Sin duda son historias curiosas que nos demuestran que la suerte es a veces un factor importante dentro del avance de la ciencia, pero siempre debajo del papel importantísimo que juega una mente lúcida al saber interpretar esos sucesos. (Por cierto, también es un término aceptado en literatura para describir a autores que describieron en sus textos acontecimientos o inventos muy anticipados a su tiempo y después se confirmaron, como las novelas de Jules Verne)
La palabra existe en inglés: Serendipity. Sin embargo, la RAE no ha incluido aún la palabra 'Serendipia' en el diccionario. Aunque el término en sí sería equiparable a accidente o casualidad, no es del todo correcto aceptar estos términos para denominar a esos peculiares hallazgos científicos, porque accidente y casualidad no explican en su significado la trascendencia posterior positiva de aquello que ha sido descubierto.
Es triste, pero lo más cercano que tenemos al significado real de serendipia es la palabra castellana "chiripa", (txiripa en Euskara) que en su segunda acepción y en un contexto coloquial lo define como casualidad favorable. No obstante, "ciencia descubierta de chiripa" no suena para nada profesional, por lo que quiero desde aquí reivindicar que la RAE incluya serendipia en el diccionario. Un término elegante, adecuado a su significado y que suena bastante agradable, ¿verdad?
Deja a la RAE tranquila y habla como consideres mejor, y serás más feliz. Esos imbéciles no merecen crédito (para empezar, su nombre no tiene sentido; ¿dónde le ves tú lo "real"?)
ResponderEliminarRecuerdo que un profesor de Inglés me comentó que la adaptación de la RAE al lenguaje que se habla en la calle era inusualmente lento. Vamos bastante por delante en este ámbito, tienes razón. Mejor vamos acelerando un poco más.
EliminarLa RAE, la iglesia... LOL.
ResponderEliminarMe resultan muy entretenidas, además de interesantes e instructivas, este tipo de entradas,haciendo contraste con otras de índole más seria :)
Y ya que estamos aporto sugerencias para otras entradas; como el incorrecto uso en español de la palabra bizarro y el desconocimiento sobre el verbo procrastinar, que tanto se usa en el inglés y que para la mayoría de nosotros suena a chino.
Me alegra mucho que encuentres interesante este espacio, un servidor hace lo que puede :)
EliminarSí, en lo de bizarro ya me había fijado, es más, hay alguna editorial por ahí que ha contribuido a meter la gamba hasta el fondo. Y qué útil el verbo procastinar, ¡sí!
Muchas gracias dahl por tus ideas
Espera, la RAE ha aceptado chiripa, y no serendipia? O_o
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con que debería ser aceptada en el diccionario, como bien dices chiripa es demasiado coloquial. Espero que no le hagan ningún tipo de asesinato ortográfico cuando la acepten (no deberían), como les ha ocurrido a otras muchas palabras de otros idiomas.
Como lo oyes, chiripa está en la RAE jaja
EliminarTotalmente contigo en cuanto al crimen ortográfico. Espero que no nos sorprendan. Un saludo :)