The Walking Dead, la adaptación del cómic homónimo de Robert Kirkman en formato de serie televisiva, ya va por su tercera temporada. Las andanzas de este grupo de supervivientes de un apocalipsis zombie está gustando a muchos que no conocían la fuente original de esta creación, y por este motivo está cosechando un éxito bastante merecido (aunque los más fans del cómic puedan no compartirlo, como pasa a menudo).
Yo tampoco conocía el cómic, pero la serie me está dejando un buen sabor de boca. Me gustan los dramas de este estilo, donde aparece un grupo nutrido de personajes que debe pasar por grandes desafíos, si bien esta oleada de zombies puede ser un reto excesivo. De todas formas, a mí me tiene muy maravillado cómo este producto nos quiere revelar algunas ideas sobre la naturaleza humana.
Prometo no desvelar nada del argumento, es simplemente una reflexión general.
Uno puede pensar a priori que los zombies son la mayor amenaza, y ciertamente son de temer. Pero a medida que la historia avanza los zombies van quedando en un segundo plano, porque el protagonismo es del núcleo de supervivientes y también de una maldad que les impregna a cada paso que dan.
A los pocos capítulos uno se da cuenta de que los zombies serían algo menor de no ser porque los protagonistas deben también luchar contra sí mismos.
A los pocos capítulos uno se da cuenta de que los zombies serían algo menor de no ser porque los protagonistas deben también luchar contra sí mismos.
Efectivamente, los humanos vivos constituyen una amenaza mucho mayor que los muertos que caminan, ya sea bien por el rencor que contienen o por el abanico de sentimientos de desprecio que puedan demostrar hacia sus iguales. Y no tienen por qué estar en el otro bando necesariamente, también entre los que consideran de los suyos el caldo de las emociones puede hervir negativamente en cualquier momento. La cautela, las decisiones democráticas y la gestión de las emociones para mantener contenta a la humanidad restante pueden ser tan importantes como estar armado hasta los dientes para luchar contra la invasión de caminantes.
The Walking Dead nos recuerda que nuestra mayor pesadilla somos nosotros mismos. Ese es uno de sus mayores ganchos.
YO en casa tengo a un fan, de los fans incondicionales de la serie, yo es que nunca me han ido mucho las series o pelis de zoombies, pero por lo que he podido escuchar, esta está muy bien así que al leer tu post he pensado.. ¡uno más! jajajaja con todo cariño lo estoy diciendo eh?
ResponderEliminarBesos y feliz domingo!!! que el finde ya no cuela.
La verdad es que yo tampoco soy muy de zombies si te soy sincero, pero esta serie para mí lo tiene todo. Este tipo de dramas me gustan bastante. Y aquí tienes a otro incondicional.
EliminarNo pasa nada, si me lo tomo como un halago, jaja.
¡Un beso y feliz domingo nevado!
Je. Yo solamente he visto el primer capítulo (y no entero), y fragmentos de capítulos ya muy avanzados por estar viéndolos mi compañero de piso, y tiene muy buena pinta. Pero me daría pereza el considerar ponerme a verla. No sólo porque en general soy vago para ver series y películas, sino porque ya tengo mucho apocalipsis zombie encima con Resident Evil xD.
ResponderEliminar"Uno puede pensar a priori que los zombies son la mayor amenaza"
Nononononono. No son zombies, son "caminantes". No deja de ser gracioso que últimamente a los zombies haya dejado de llamárseles zombies. Se les llama "cosas", "monstruos", "caminantes", etc. ¿Eufemismos? Absurdo.
" Pero a medida que la historia avanza los zombies van quedando en un segundo plano, porque el protagonismo es del núcleo de supervivientes y también de una maldad que les impregna a cada paso que dan."
Menos mal, ¿no? No puedes tirarte temporada tras temporada con el mismo hilo argumental. Además, creo yo que no puedes vivir en tales condiciones sin volverte un poco tarumba (y no miro a nadie).
"La cautela, las decisiones democráticas y la gestión de las emociones para mantener contenta a la humanidad restante pueden ser tan importantes como estar armado hasta los dientes para luchar contra la invasión de caminantes."
Y por eso estos contextos son tan peligrosos. Porque lo más apropiado no es una democracia, sino un Führer.
Buena reflexión, amigo.
Y por cierto, ya sé que es delito teniendo en cuenta que ya hace que me paso por aquí, pero es la primera vez que me he fijado en el pobe pato. Es divertidísimo xD.
Me ha gustado tu reflexión aunque no hayas visto realmente la serie, jaja. Pero bueno, he hecho la entrada bastante abierta para que cualquiera me pudiera seguir.
EliminarEs difícil no haberte fijado en el pato todavía, me lo suelen comentar mucho (y pensaba que sólo me comentaban por lo del pato... ¡tú sí que eres un visitante de los que valen la pena!).
En lo de los eufemismos a los zombies tienes toda la razón. No sé a que viene, es como si quisieran darle así un toque original cuando es lo de siempre...
Bueno, no creo que un Führer sea lo más apropiado nunca, pero el miedo es tremendo a la hora de cambiar la opinión de la gente y a veces ocurren cosas espantosas...
¡Un saludo!
PD: Por cierto, ¡me encanta el RE4! Es el único al que he jugado, pero está realmente bien.
No juegues al 6, entonces -.- El 5 podría gustarte, quizás, pero el 6... psé. Me ha gustado igual, porque soy incondicional de RE, pero sinceramente ha sido decepcionante...
ResponderEliminarP.S. Olvídate también de las películas Live Action. La 1 y la 2, pasables, a partir de la 3 (inclusive), basura. De los films en CG (o animación digital, como suelo llamarlo) recomendaría Damnation, que es bastante decente. Degeneration tampoco está mal, pero para mi gusto no viene a cuento ni tiene sentido. Y no sé si hay más. RE 1, 2 y 3 son fantásticos, y además de los numerados hay muchos más, pero no los he jugado, y no sé qué decirte sobre ellos.
ResponderEliminar