lunes, 3 de septiembre de 2012

¿Seguro que no hay pruebas de vida en otros planetas?



La ciencia aún no puede explicar dos inquietantes hechos que surgieron hace ya más treinta años y que parecen confirmar la existencia de vida extraterrestre. No son dos evidencias fuertemente determinantes, pero tampoco es que se ajusten a lo explicable, y eso debería dar para pensar mucho más de lo que parece. Lo interesante es que siguen el método científico, por eso quedan lejos de lo paranormal. Vosotros juzgaréis el valor que se puede conceder a estos dos hechos:

La señal WOW!

Desde los años 50, se había establecido que una forma sencilla de comunicarse con otras civilizaciones extraterrestres podría ser usando radiofrecuencias, que recorren grandes distancias con una mínima energía. Al seleccionar una frecuencia de todo el abanico que las radiofrecuencias abarcan, los científicos señalaron la de 1420 MHz como idónea, ya que es la frecuencia a la cual el Hidrógeno emite radiación, y se consideró que una civilización mínimamente avanzada  usaría un elemento simple y universal como es el Hidrógeno como base de su mensaje. ¿Lo entendéis más o menos? Ahora agarraros.

En Agosto de 1977, el telescopio Big Ear de la universidad del estado de Ohio detectó una señal curiosísima procedente del espacio exterior. Era una señal con una frecuencia de 1420 MHz en banda estrecha que duró 72 segundos, en los que alcanzó una intensidad tremendamente notable. La señal, detectada por el ordenador acoplado al detector, se imprimió y era identificable por la secuencia 6EQUJ5, que es una forma de expresar la intensidad de la señal. Lo primero que os debe llamar la atención son los 1420 MHz comentados al principio como posible señal universal, pero no es lo único.

El patrón de la señal es singular también. La representación con letras y números atiende a lo siguiente: se representa con un número (o con una letra si el orden es mayor de 10) el orden de intensidad de la señal al ser recibida por el receptor. Así, un 1 representa un 1 de intensidad, un 6 representa un 6, el 9 sería el último número usado porque el 10 se representaría con una A, el B señalaría un 11… etcétera. Por tanto, el patrón 6EQUJ5 representa una señal que empieza en 6, asciende gradualmente hasta un máximo que es la U (¡un 31!) y después desciende hasta 5. Todo esto durando 72 segundos sobre el ruido de fondo. Algo particularmente notable, que Jerry Ehman señaló en la hoja con un famoso “Wow!” Y es que realmente es algo muy notable, cuando raramente se ven letras en las hojas.

Desde aquel día, no se ha vuelto a encontrar otra señal así por mucho que se ha buscado. Ni tampoco se ha conseguido explicar. Aunque teoricen sobre un fallo en el receptor, o sobre una radiación reflejada sobre basura especial…no importa. La incógnita sobre si los extraterrestres nos contactaron ese día para no volver a intentarlo de nuevo hasta ahora sigue trayendo de cabeza a la ciencia, porque precisamente surgió de la ciencia. 



La prueba del Viking

Si debatimos sobre que la vida puede existir, o que inevitablemente deba existir, en otros planetas, podemos encontrarnos con los resultados experimentales de Gilbert Levin en 1976, que confirman evidencias de vida en Marte. Pero la NASA, en aquel momento, decidió mirar hacia otro lado y calificó sus resultados como erróneos. Levin a día de hoy sigue insistiendo en que encontró vida marciana.

La nave Viking 1 alcanzó la órbita de Marte el 19 de Junio de 1976, y aterrizó al día siguiente en las Llanuras del Oro de Marte, trasmitiendo señal a la Tierra de que todo había ido bien. Viking iba equipada con una serie de cuatro experimentos bien consensuados por el equipo científico de la NASA que buscaban la existencia de vida (básicamente bacterias) en la superficie de Marte, y poseían un sistema de control que discriminaba si el resultado se debía a vida o a simple química.
Uno de esos cuatro experimentos estaba diseñado por Levin, un experto en la búsqueda de vida microbiana terrestre. Se llamaba “Liberación Marcada” y buscaba la detección de gas radioactivo marcado con Carbono-14 metabolizado por bacterias, a base de inyectar el propio Carbono-14 como nutriente en una muestra de suelo de Marte y esperar a que se produjera gas para detectarlo, si es que había bacterias que lo produjesen como producto metabólico de ingerir el isótopo como nutriente. La prueba contraste era realizar lo mismo pero con la muestra de suelo esterilizada por calor para matar los microbios.

El 30 de Julio se puso esta prueba en marcha. ¡Y dio positivo! Había gas radiactivo en la muestra de suelo: los microbios de Marte habían procesado el Carbono-14. Levin y la NASA entera no cabían en sí de contento. La segunda prueba, la “Liberación pirolítica” también confirmó los resultados de Levin. Era una auténtica fiesta.


Pero las cosas se torcieron un poco cuando el “Intercambio de Gases”, la tercera prueba,  dio negativa al no encontrar desequilibro de gases antes y después de un tiempo de incubar la tierra. Y la cuarta prueba, la Cromatografía de Gases-Espectroscopía de Masas (GC-MS) falló estrepitosamente porque no pudo detectar los gases de los que hablaba el primer experimento de Levin. Peor aún: los resultados de Levin no fueron los mismos cuando se probaron una semana más tarde. Aquí es donde la NASA se retractó y anunció al mundo que no había encontrado vida en Marte...

Levin no se cansó de intentar defender sus resultados durante los siguientes años: logró probar que el GC-MS tuvo problemas y habría sido incapaz de detectar los posibles gases en aquel momento, teorizó que una semana más tarde los microrganismos podrían haber muerto y no producir gases… Pero a nadie parecía ya importarle lo que opinase Levin. Es más, las siguientes misiones a Marte ya no se preocuparon mucho por encontrar vida, sino por estudiar la geología, la atomósfera, el relieve o incluso, la existencia de agua; pero experimentos biológicos tan exhaustivos como los de aquella vez no se han vuelto a repetir hasta este año: la nave Curiosity lleva algunos experimentos similares que van a buscar rastros de vida.

¿Se encontró vida bacteriana en Marte? A ojos científicos, los experimentos de Levin tienen algo de impecable, y si se consideran algunas condiciones técnicas y lo que aún no sabemos de Marte, podrían ser una prueba muy importante de la vida en Marte. Pero parece que tendrá que pasar más tiempo hasta que podamos probarlo al 100%.


Así que para los enamorados de la posibilidad de vida extraterrestre, que sepáis que no todo es ciencia-ficcion. Hay algo de ciencia en estos dos supuestos que aún no ha logrado desprenderse de la ficción.


4 comentarios:

  1. Yo creo que pensar en el echo de que solo existe vida en la Tierra es sentirnos superiores, ya que a fin de cuentas, lo mismo que se dieron unas condiciones especificas en el ambiente aquí pudo suceder lo mismo en otro lugar del universo. No sé mucho sobre estos temas, pero me ha parecido muy interesante!
    un kiss
    Rocío
    http://elclosetderocio.blogspot.com

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    1. Yo opino igual, siendo el universo tan inmenso es casi lógico pensar que la vida puede desarrollarse en otros planetas. Es más, recientes teorías especulan que ni siquiera es necesaria el agua para favorecer la vida (igual escribo sobre eso otro día), con lo cual se ampliarían las posibilidades.
      ¡Un saldudo!

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  2. Suena todo muy misterioso. Yo creo que, en caso de que hubiera sido cierto que hubieran descubierto que hay vida en otros planetas, tal vez se lo hayan callado, para sus propios planes, o porque crean que no estamos preparados para ello. Pero estoy de acuerdo que es demasiada casualidad que sólo hubiera vida aquí. Si hay bacterias capaces de vivir en condiciones extremas en la Tierra, muy probablemente también estén en otros planetas. Y eso ya sin ponerse a especular sobre formas de vida más complejas.

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    1. No soy muy fan de las conspiraciones, pero si me remito a la historia parece que hay un cambio de intereses cuando se descubren cosas que podrían ser muy relevantes.
      Yo también soy partidario de que pudiesen existir al menos organismos simples como bacterias extraterrestres, pues pueden crearse por azar y perseveración moléculas cada vez más complejas que puedan servir de base a un organismo. Pero parece que tenemos que esperar a que nos confirmen todavía más cosas...

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