lunes, 22 de octubre de 2012

Una biblioteca que no puede tener libros


Está muy moda (y espero que por Dios se acabe pronto) construir edificios de calibre mastondónticos, de imponente y arriesgada fachada arquitectónica pero cuya inversión no ha estado bien planificada por lo que acaban teniendo una utilidad dudosa o muy escasa. Y ahí se quedan, mirándonos con una superioridad que nos da risa. Este tipo de edificios es lo que en inglés llaman "white elephant" y aquí llamamos mamotreto. 

Ejemplos tenemos un montón en este país: a todos se nos viene a la cabeza las poderosas construcciones de la Expo de Zaragoza o del Fórum de las Culturas de Barcelona, que tuvieron su relevancia cuando recibieron miles de turistas, pero que han quedado abandonados y sin un plan claro tras su breve época dorada. Amén de otras construcciones como aeropuertos sin aviones o ciudades de la cultura que están plantados pero que aún esperan ser utilizados: eso es aún peor.

Sin meterme mucho en este tema, porque el día que me meta tendré para rato, me gustaría comentar un ejemplo de mamotreto que he encontrado leyendo 'El Economista Camuflado', de Tim Harford. Me ha hecho mucha gracia, aunque también me da pena. Dicha obra arquitectónica refleja una inversión que es totalmente opuesta al fin que tiene. A ver qué os parece esta gran idea de hacer una biblioteca escolar:

Cerca de la ciudad de Bamenda, en Camerún, se halla uno de los colegios más prestigiosos del país. Bien se conoce que Camerún es un país pobre en gran medida (o casi totalmente) por la corrupción que hay, que sólo mira por sus propios intereses, pero de vez en cuando sorprende por alguna que otra inversión. En este colegio hay una rareza de estilo, ya que el centro consta de dos bibliotecas. La nueva biblioteca fue una macro-inversión para sustituir a la antigua sala de libros. Sin embargo, la bibliotecaria del centro no está nada contenta con esta decisión.

He intentado buscar una foto de la biblioteca, sin éxito. Pero no os será difícil imaginarla. Pensad en que es el único edificio de dos plantas del campus, y que tiene un diseño que parece la Ópera de Sidney de los pobres. Eso se debe a un diseño espectacular de su amplio tejado: una V gigante no invertida, que vista desde lejos parece un libro abierto. ¿Qué acertado símil para una biblioteca, no? puede pensar alguno. Sí, lo sería. De no ser porque es el peor diseño posible para una biblioteca en Camerún.

Y es que en Camerún hay una estación lluviosa que dura 5 meses, con unas precipitaciones tan grandes que desbordan todos los canales de desagüe de los tejados. ¿Y qué ocurre cuando el techo de la biblioteca es un gigantesco canalón que con seguridad acumulará tanta agua como cualquier otro tejado? Pues es evidente: ese no es lugar para conservar libros. La nueva biblioteca está totalmente repleta de marcas de charcos y las paredes se deterioran rápidamente por efecto de la humedad de todas esas las lluvias. Brillante idea.

La única razón por la cual existen todavía libros en ese colegio es porque la bibliotecaria prohibió moverlos de la antigua biblioteca a la nueva, oponiéndose a los mandatos de sus superiores, encantados con el nuevo edificio pero que nunca pensaron en lo que iba a suceder con toda seguridad. Bendita bibliotecaria.

Suena divertido: una biblioteca que no puede tener libros. Pero en realidad no es nada divertido. En un país de tal pobreza como Camerún, el dinero que ha costado construir ese colosal edificio hubiera podido tener otros fines muchos más necesarios para el bienestar y el progreso de niños y profesores que allí estudian. Y no sólo eso, es también un ejemplo triste de que detrás de todo ese genial proyecto no había ni una neurona que funcionase bien. Así nos va.

4 comentarios:

  1. Hola!!! Me encanta tu post!!!. Bueno me disgusta el tema, pero me parece muy informativo. Hay más edificios "desastre". Aquí en España unos cuántos!!!, Te seguiré de cerca. Saludos.

    http://chisandbru.blogspot.com

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  2. Muy fuerte! La verdad es que es todo un desproposito! podían haber hecho el libro abierto pero apoyado sobre las hojas y no sobre la cubierta!
    un kiss
    Rocío
    http://elclosetderocio.blogspot.com

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  3. Este furor por construir cosas tan atractivas a la vista del paseante pero pensando tan poco en su utilidad no nos conduce a nada bueno.

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  4. He quedado muy triste con tu acertado artículo. ¡El dinero que se malgasta en este tonto mundo! En mi país sucede lo mismo...en todos lados.
    Saludos!

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