domingo, 23 de noviembre de 2014

San Manuel Bueno, mártir

San Manuel Bueno, Martir
Miguel de Unamuno
Cátedra, 152 págs


"San Manuel Bueno, mártir" es una novela de corta extensión que narra la vida de Manuel, el sacerdote de un pequeño pueblo para el cual él es la máxima expresión de un liderazgo no sólo religioso, sino también en todos los ámbitos que rigen la vida del pueblo. Es admirado por todos. Sin embargo, Manuel esconde un secreto tras una apariencia de una vida coherente con su fe, y es un secreto que podría sacudir a la región entera...

La maestría de Unamuno queda bien patente en esta pequeña muestra de talento, que reúne lo mejor de una filosofía propia, de una religión cuestionada y de una aplicación sociológica que resulta perfecta en un una historia al engañar con pretender ser tan poco ambiciosa. Maravillosos los planteamientos que se entreven en todo momento en la narración, desde el punto de vista de una mujer que es testigo de la revelación del padre, y que alcanzan momentos de puro elogio con referencias a diversos pasajes de la Biblia bien escogidos, e incluso a Calderón. Un despliegue increíble para los que rebuscan en lo más profundo de una escritura que con diálogos fugaces hacen refulgir chispas de potente materia prima para la digresión.

Y también otra cosa fascinante es la fuerza con la que las metáforas del paisaje envuelven a los conceptos de fe presentes en la narración, haciendo que el pueblo en sí sea un eco macroscópico de la duda que envuelve al párroco.

De esta obra, por tanto, se tamiza la magnitud del engaño cuando sirve a un propósito general, la tragedia de vivir con ese secreto, y la trascendencia de la vida cuando se tiene la certeza de que es la única, entre otras observaciones brillantes. Y sí, hay lugar para los sentimientos tan profundos que desgarran hasta el alma...



miércoles, 3 de septiembre de 2014

Carta a Peret


Me alegra leer que el día 30 de agosto de 2014 el Periódico de Catalunya me publicó una carta al director dedicada al gran cantante Peret, cuya música disfrutamos mucho desde siempre en el seno de mi familia.

Reproduzco aquí el texto íntegro y agradezco muchísimo a el Periódico la difusión de mi homenaje.



Elegíamos antes el ventilador que el aire acondicionado.

Cuando en nuestros largos viajes nos acercábamos a Barcelona sentíamos un impulso irrefrenable que nos llevaba a escuchar la vieja casete de Peret. Era el recuerdo de una rumba catalana que cubría con color y con un ritmo lleno de vitalidad cada rincón de la ciudad. Un hombre que supo enriquecer para nosotros el aire catalán con un sentimiento único y especial.

Por ello, la muerte de Peret ha supuesto para nosotros perder a un amigo cercano de la familia. Descanse en paz una persona ejemplar y un referente de la frescura en la música. Seguiremos cantando su legado.



http://www.elperiodico.com/es/cartas/entre-todos/cantando-legado-peret/116031.shtml

martes, 6 de mayo de 2014

El humo de la disonancia

Uno de las teorías más enriquecedoras para mí en psicología es la llamada Disonancia Cognitiva, formulada por Festinger en 1957. 

Se basa en algo que todos podemos entender y compartir con facilidad: nos gusta ser coherentes. Lo que pensamos y sabemos tiene que ser consistente con nuestras obras, pues todo ello nos ayuda a definirnos y a mantener ordenada nuestra vida, a simplificar nuestra definición.

Ahora bien, ¿qué suele ocurrir cuando dos pensamientos entran en conflicto? Por ejemplo, una actitud contrapuesta a una idea. ¿Qué ocurre cuando sabemos a ciencia cierta que algo no es bueno en sí pero nos encanta hacerlo? Aunque pueda sonar ajeno, es algo que muchas veces habrá ocurrido frente a vuestros ojos.

Un ejemplo clásico, y muy gráfico, lo constituye el cambio de cogniciones que rodean al hábito del tabaquismo. El fumador se encuentra ante una disonancia cognitiva de libro: está rodeado de informaciones que demuestran que el vicio causa cáncer de pulmón y otras disfunciones nada agradables, pero sin embargo continúa fumando. De tal forma que podríamos desarrollar sus relaciones cognitivas de la siguiente forma:

- Soy fumador (acción)
- Sé que el tabaco está fuertemente relacionado con circunstancias que me llevan a la muerte (conocimiento de causa-efecto)
- No quiero morirme (no aceptación del resultado)

Una forma lógica de corregir su esquema mental corregir su acción disonante: dejar el tabaco, y así estaría a salvo de encararse con patologías mortales. Sin embargo, ya sabemos que esto no siempre es fácil ni tampoco deseado. El fumador que no quiere dejar de serlo, por tanto, va a cambiar las cogniciones comentadas anteriormente, ofreciendo un abanico de múltiples ideas nuevas que, por así decirlo, a él/ella le funcionan, que corrigen su disonancia cognitiva dándole una coherencia que le resulta suficiente. Examinemos, en base a las tres líneas de pensamiento, las posibles correcciones a adoptar para corregir la disonancia:

- Devaluar el peso de la acción: "no fumo tanto... solo en ocasiones especiales", "otros fuman más" ...
- Desvirtuar la relación causa-efecto: ""desconfío de los datos clínicos", "no pasa tantas veces como se afirma"...
- Distorsión de la posición frente al resultado: "de algo hay que morir", "seguro que del tabaco no me muero, algo me pasará antes" ...

Es curioso, por tanto, observar como podemos tallar razonamientos que consoliden nuestro esquema mental disperso y que así nos tranquilice la coherencia obtenida, pese a que los arreglos cognitivos realizados puedan ser falacias de cierto calibre. La sensación de consistencia de ideas y acciones es importante ante uno mismo y ante los demás, y podemos encontrar multitud de ejemplos de ello.


lunes, 14 de abril de 2014

Fuera de temporada

En esta ocasión os dejo con un microrrelato mío que ha sido incluido en la antología Otoño e Invierno de 2014 de Diversidad Literaria, junto a más de mil pequeños bocados de letra arremolinados en torno a la misma temática.


Fuera de temporada

Bajo el manto de nieve las setas del otoño estaban congeladas. Las tiramos.
“No busques hongos en las horas bajas de la estación” me dijo mi padre.
También ocurrió con Patricia. Cuando se me declaró, yo no pude aceptarla.
Me di cuenta de mi error. Mas las estaciones se suceden sin freno.
El corazón de Patricia era un fruto lleno de escarcha cuando yo buscaba setas.


Podéis encontrar la antología y más concursos de este tipo aquí

sábado, 29 de marzo de 2014

Catherine o la infidelidad en la consola

Se titula Catherine, disponible para PlayStation 3 y XBOX 360. El juego combina elementos de puzzles y plataformas con una trama basada en las decisiones morales que va tomando el protagonista, y que dará lugar a varios posibles finales de la historia. Ha recibido una calificación de no recomendado a menores de 18 años por su alto contenido sexual.

Vincent, de 32 años, se entera de que su novia de hace varios años Katherine ha tenido un inesperado retraso. Además, ella le habla acerca de estabilizar su relación y de corregir algunos malos hábitos, formulándose por primera vez en la mente aún insegura de Vincent la idea de proponer matrimonio a Katherine. Tras una reunión en el bar con sus amigos, en la cual hablan sobre el compromiso, el agobiado protagonista se queda un rato más degustando alguna que otra copa en solitario...

Cuál será su sorpresa al levantarse como cada mañana... y encontrar a una chica rubia de cuerpo tentador  y medio desnuda acostada a su lado. Esta chica de pelo rubio ondulado y ojos azules se llama Catherine, y al parecer Vincent la conoció la noche anterior en el bar, consumando una infidelidad que ya no tiene vuelta atrás. Mientras la nueva chica muestra su atracción por el recién conocido Vincent, el aludido se ve constantemente acosado por las noticias sobre el bebé de su novia... a quien es incapaz de confesar su aventura. Y aún más, la indecisión de Vincent le llevará a mantener una relación entre dos aguas turbulentas, entre dos mujeres que se creen las únicas en su mundo, hacia un destino incierto...

Paralelamente, Vincent tiene cada noche unas pesadillas aterradoras que son la parte más jugable de la historia, en las cuales la infidelidad y la indecisión se aparece en forma de varios monstruos que intentarán acabar con él. 

Así, la vida real y la vida onírica se acaban conectando hasta tal punto que resulta una delicia lo bien tejida que está la trama, y la tensión que Vincent experimenta va creciendo a medida que las dos mujeres, Katherine y Catherine, le arrastrarán a encararse con la verdad: a reconocer la infidelidad en la que Vincent se ha visto atrapado. 

¿Por qué me ha sorprendido este título?
En primer lugar, es admirable encontrarse con un título de estas pretensiones, mostrando una historia de alto tono erótico que, lejos de ser sexual, es una mina de reflexión sobre la importancia del futuro en pareja y de ser sincero con uno mismo y con la otra persona. Rompiendo los tabúes, algo que podía haber sido difícil hace unos años de plasmar en un videojuego, Catherine nos presenta sin tabúes un juego adictivo sobre este rompecabezas de la vida adulta. 
Por otro lado, destaco la fuerza de los momentos álgidos de la trama: muchos de ellos de auténtico terror, otros de humor desvergonzado, de drama asfixiante o de amor pasional, que hacen que disfrutar de Catherine sea como leer una novela sintiendo todos y cada uno de sus relieves. O, para los cinéfilos, se ofrece en YouTube la posibilidad de disfrutar del argumento condensado: 

Considero, por tanto, una maravilla la concepción de esta idea, que es capaz de ofrecer con un aspecto visual loable una historia que lleva a la reflexión psicológica, a profundizar en los entresijos de la seducción, la tentación y la responsabilidad que conlleva una relación en pareja.


miércoles, 26 de marzo de 2014

Reconocer a Adolfo Suárez

Me agrada comprobar cómo se le está dando un reconocimiento a la altura que merece un hombre como Suárez. Aunque no soy partidario de los actos suntuosos y excesivos, sí que creo que Adolfo Suárez se lo ha ganado - aunque muy probablemente él hubiera rehusado recibirlo, de haberlo sabido - y es de derecho y de justicia reconocer a las grandes personas que han pasado por este mundo. Me conmueve pues ver cómo han transcurrido estos días de homenaje, de gestos, de instaurar su nombre en calles y aeropuertos... 

No es para menos.

Es bastante notable que la ciudadanía ha acudido en masa a ver el féretro del ex-presidente, más aún si tenemos en cuenta un momento en el cual los políticos están prácticamente desprestigiados (y cómo alguna mujer les ha gritado a los ex-presidentes vivos allí presentes que "¡ya podrían aprender de él!"). Sin duda, el carácter de Suárez, tan distinto a la mayoría de los políticos tan poco profesionales que le han sucedido, ha tenido algo que ver. La persona es inseparable del momento oscuro de la Transición con el que le tocó lidiar, pero lo hizo con valentía y altura de miras, con un espíritu de conciliación y con total honestidad, pese a su cuestionable pasado. Es casi imposible recordarle sin sentir algo de admiración, y sin evitar pensar si es posible que en los momentos actuales y venideros pueda existir un presidente similar.

Sin embargo, es una pena que en vida no se le recordase ni se le reconociese tanto como a los albores de su fallecimiento, y sobre ello merecería la pena hacer una reflexión. De cualquier forma, es un acto loable el realizar esta proyección de Adolfo Suárez para con la historia, y para que nuevas generaciones perciban de una forma más realista la importancia de su figura.



jueves, 27 de febrero de 2014

Una transfusión de vino



Una entrada más narrativa...

Me gustaría compartir con vosotros en este espacio un microrrelato que presento al Concurso Internacional de Microrrelatos de Torrelongares.

El tema es libre, pero requiere la presencia del vino en el texto.

Os dejo con mi creación:


Una transfusión de vino

La sangre me bullía al verla....
El estruendo del caudal granate rompiendo violentamente contra mis venas era vibrante, una sensación casi divina.

Todo clímax tiene un álgido final.
Y más sabiendo que el corazón que yo ansiaba nunca dormía solo.
Mi mente se encargaba de recordármelo, tornando mi sangre en una masa densa que busca ahogarme.

Con frecuencia suelo recurrir a una transfusión de vino. Para casos de emergencia.

Solo el vino sabe desconectar la mente del cuerpo. Al apagarse las luces de mi azotea, ella se despersonaliza. 
Olvido. Ya no la rodea nadie.
Y así... me sumo de nuevo en el placer de sentir mi sangre viva...



Si el relato os ha gustado, podéis votar por él a través de Facebook en esta dirección. ¡Agradezco vuestra colaboración!

Y por supuesto, ¿por qué no os animáis a participar? Si lo hacéis os votaré también.

domingo, 23 de febrero de 2014

Por qué me gusta tanto Misfits


Misfits es una serie británica que comenzó a emitirse en 2009, y la quinta y última temporada cerró el argumento a finales de 2013. La trama de Misfits no es en apariencia muy pretenciosa: cinco jóvenes con comportamientos difíciles que trabajan juntos prestando servicios a la comunidad se ven envueltos en una extraña tormenta que les concede superpoderes. A partir de ahí, diferentes sucesos, generalmente relacionados con el hecho de que otras personas también han adquirido poderes, serán el hilo conductor de la serie, a medida que conocemos algo más en profundidad a los protagonistas.

Misfits se compone de varios componentes muy fácilmente observables:
  • Los poderes, tanto como amenaza en manos de enemigos como parte estructural de los problemas de los protagonistas.
  • El lenguaje vulgar y soez, acompañado de algunas teatralizaciones del mismo tono.
  • La amistad dentro del grupo, como un valor contrapuesto a la labilidad emocional de sus miembros.
  • La ausencia de argumentos prolongados en el tiempo, que dotan a la serie de una apariencia de que ha sido construida a medida que avanzaba.
  • El tremendo carisma de sus personajes, sobre todo por la forma en la que se expresan.

Estaré de acuerdo en que todo esto no arroja mucho atractivo. Aunque me gustan las series más complejas, algo que sólo se encuentra en series como Misfits me llama también mucho la atención. 

Para comenzar, me atrae en cierta medida que protagonistas normales adquieran poderes, en especial, si esos poderes no son muy útiles, como ocurre con algunos. Cualquiera que sea el poder dota a la persona de una segunda naturaleza de la cual debe preocuparse, como si ya no tuviese suficiente con  preocuparse por su yo interior o por los que les rodean. Esto se ve muy claro en personajes como Rudy o Curtis. Además, el hecho de que los poderes los ostenten adversarios de los Misfits - sin ser por ello peores personas que los del mono naranja - da una emoción constante a la trama, donde parece que cualquier capítulo podría suponer el último de sus vidas.


También es muy reseñable el hecho de que, pese a tener poderes, los Misfits no quieran dedicarlos a salvar el mundo ni nada por el estilo. Simplemente siguen su trabajo a la comunidad, aunque de vez en cuando se benefician de ellos como pueden. Es un punto de vista terriblemente humano y acertado. Muchos pueden pensar, como ellos, "que el mundo lo salven otros".


El lenguaje soez y el hecho de que los personajes sean jóvenes difíciles de tratar es probablemente un punto propio de la serie muy superior a los poderes. No se suele ofrecer un análisis tan detallado de las vidas y las intimidades de un grupo de estas características, lo cual es llamativo. Los personajes, quizás por el uso de estos arquetipos, son simples hasta la médula y es muy fácil seguirles y entenderles, quizás un secreto de la audiencia de la serie. Aunque muchas veces el humor es demasiado surrealista y zafio (Nathan es un personaje inolvidable), es un complemento necesario para sumergirse en esta realidad de la juventud que se nos presenta.


Por último, decir que la serie tiene capítulos sorprendentes: muchas veces usa el recurso de los universos paralelos o hace guiños a la cultura pop muy bien recibidos; capítulos que resaltan que la trama puede saltar por los aires porque lo importante de verdad es otra cosa. 

Es necesario para hacerse seguidor de Misfits querer a sus personajes (al menos a uno de ellos) como me encandilaron a mí Nathan, Rudy y muy especialmente la tardía Abby; estar dispuesto a reírse de la poca seriedad de una serie tan bien configurada, y, para terminar, dejar que capítulo tras capítulo nos salpiquen unas ligeras gotas de ficción bien fresca y fácil de digerir.

viernes, 7 de febrero de 2014

No crezcas, Manolito

La reciente lectura de "Mejor Manolo", de Elvira Lindo, me trae a la memoria los ratos que pasé de niño leyendo las desventuras de Manolito Gafotas. Este ejemplar es el octavo de la serie y, aunque no está quizás a la altura de los anteriores, no por ello resulta incapaz de resucitar esa frescura que siempre se ha tejido alrededor de ese niño de Carabanchel (Alto).

Nadie en Carabanchel (Alto) sabe quién es Manolo García Moreno, pero todos conocen a Manolito Gafotas. Se trata de un niño bastante normal, con una familia de clase media-baja enfrentada a los problemas comunes de tantas otras familias. Manolito teme las collejas de su madre, odia a su hermano el Imbécil, echa de menos a su padre camionero y siempre se apoya en su mejor aliado, su abuelo. Entre sus amigos están Yihad el chulito, el cerdo traidor Orejones, la Susana Bragas-Sucias, la medio-novia Melody Martínez... 


A lo largo de varios libros, la mayor parte compuestos de relatos cortos, estos personajes hacen de las suyas. La mayoría de los capítulos se basan en una vida muy cotidiana, con Manolito haciendo alguna que otra trastada, siempre contada desde el principio de los tiempos, que finalmente se resolverá con más o menos suerte. Resulta curioso cómo, desde este planteamiento aparentemente poco ambicioso la serie de libros obtuvo un gran éxito desde el principio.

- Quizá no haga falta engañarse tampoco. Manolito Gafotas siempre ha sido un alegato a la simpleza de la vida. La exhaustiva descripción de situaciones que no salen de lo común, mezcladas con la delirante ironía de Manolito, es lo único que hay en estas historias. Es un canto a una vida que cualquier niño puede tener: unos amigos que pueden ser cualesquiera, una profesora desesperada, una familia con sus altos y bajos... Es posible que eso haga que sea fácil entenderse con el mundo de Manolito. Y una enseñanza: no hay por qué buscar lo complicado para hacer feliz a un lector, y más cuando los lectores son niños, que no son precisamente poco exigentes.

- Hay quizás otro motivo: Manolito puede que desee en momentos puntuales tener otra situación, pero desea en el fondo que nada cambie. Valen la pena las collejas y las palizas de Yihad si uno se puede sentar en el banco del parque del Ahorcado o se duerme cada noche con el abuelo en la terraza. Los niños pueden aprender que el día a día tiene también su gracia, tal y como transcurren los de Manolito, y las aspiraciones a un entorno nuevo se pierden cuando se descubren los pequeños grandes cambios que pasan cada mañana.

Por ello, lo mejor que se le puede desear a Manolito Gafotas es que no cambie su sencillez. Sólo así se acaba descubriendo que, solo igual, es posible que sea uno de los niños más envidiados del mundo mundial

Y todos nosotros lo fuimos al igual que él.

domingo, 5 de enero de 2014

Estantería de 2013

Como ya hice el año pasado, vuelvo a ocupar una entrada para hacer un pequeño resumen de lo más intenresante que he leído durante 2013. La página de reseñas y recomendaciones literarias Goodreads me sigue ayudando a llevar un listado de los libros que he ido leyendo, por lo que si alguien está interesado en leer la lista completa puedo consultar mi perfil público en esta página. Algunas reseñas han ido apareciendo este año en este mismo blog:

- Un descubrimiento: Enrique Jardiel Poncela. Si tengo que ser franco, no es un nuevo descubrimiento pues ya había leído Eloísa está debajo de un almendro en 2011. Sin embargo, el retomar la lectura de algunas de sus obras de teatro, como Usted tiene ojos de mujer fatal o Cuatro corazones con freno y marcha atrás me ha abierto la puerta a descubrir sus pocas pero geniales novelas. Entre ellas destaco Amor se escribe sin hache, una novela de inigualable humor absurdo.



- Libros políticos: Los políticos escriben (o les escriben) unos libros en los que cuentan sus experiencias y opiniones para que el ciudadano tenga ración doble a la hora de calmar sus inquietudes hacia ellos. De todo se puede encontrar en este abanico, de mejor y de peor calidad, pero me quedo con el libro de Miguel Ángel Revilla, Nadie es más que nadie, un ejemplar que si a alguien le parece que no resuelve mucho  al menos entretiene bastante.



- Para pensar un poco más: Entre aquellos libros que profundizan más sobre nuestras formas de pensar y de aprender me he llevado dos gratas sorpresas durante este año, y ambas están reseñadas en el blog. La primera es The art of thinking clearly de Rolf Dobelli, compuesto de pequeños capítulos que muestran falacias de pensamiento frecuentes en nuestra mente, y el segundo es El Elemento de Sir Ken Robinson, donde se nos descubre que todos podemos ser un genio en algo si nos esforzamos en cultivar nuestro elemento y se reflexiona sobre la importancia de la educación a la hora de lograrlo.


- Novela: No han sido muchas las novelas que he tocado durante este año porque me he dedicado más al teatro y a otro tipo de lecturas. Puedo hablar positivamente de Cuando Hitler robó el conejo rosa de Judith Kerr, una novela que no tuve ocasión de leer de niño pero que recomiendo a los más jóvenes, pero también a los que ya crecieron más. Y también, que casualidad, Ha vuelto de Timur Vermes, que ha causado revolución este año al ser una novela que trata sobre la resurrección de Hitler en la Alemania moderna y la algarabía en tono de humor que se monta en torno a su figura.



- Novela gráfica: Gracias a mi biblioteca municipal, que está bien surtida de novelas gráficas, he podido disfrutar de algunas de las obras más reconocidas de este género. Persépolis de Marjane Satrapi cuenta la historia de su autora cuando era joven, durante las revueltas en Irán que marcaron profundamente su personalidad y su forma de ver el mundo. Y Maus de Art Spielgelman, premio Pulitzer, es una historia soberbia, tanto en la trama como en el dibujo, en la que se narra la historia de un superviviente de los campos de concentración desde el punto de vista de su hijo.


- Recomendación estrella de este año: No ha sido fácil elegir uno, especialmente porque dudaba entre Maus y el que finalmente he seleccionado. Y es así, por las sensaciones que me transmitió durante y después de su lectura, me gustaría que leyeseis Irlanda de Espido Freire si tenéis la ocasión de hacerlo. Es un libro muy breve, casi un cuento tejido alrededor de dos primas en vacaciones donde nada es lo que parece, porque la magia tiene mucho que decir en él...


Espero tener un 2014 cargado de nuevas lecturas y sorprendentes este año. Es más, ¡ya estoy en ello!
¡Feliz año a todos!