Lo sé, puede sonar ridículo. Pero en el futuro ocurrirá, y tiene mucho sentido que así sea.
Cada día, y prácticamente a cada hora, nuevos aparatos se conectan a Internet por primera vez. Esta cifra va a ir creciendo exponencialmente de aquí a unos años. Coches, móviles, ebooks... perderemos la cuenta, pero llegaremos a que haya una media de 10 dispositivos conectados a Internet por cada ser humano viviente en este planeta, todo en menos de 30 años.
Por si eso fuera poco, resulta que no sólo los aparatos tecnológicos que conocemos ahora - y los que desarrollen en los próximos años - estarán conectados a Internet, sino que a esta red de redes se incorporarán cosas hasta ahora bastantes analógicas. Veremos que se conectarán montañas, casas... y árboles, como bien se comenta en el título de esta entrada.
¿Cuál es el sentido de conectar un árbol a Internet? Es simplemente por lo mucho que nos puede contar una planta si lo pensamos un poco, y es que sabe un buen puñado de datos que en la sociedad de la información pueden ser vitales. Puede hablarnos del clima, del estado del suelo, de vibraciones que detecte con sus raíces o de la humedad del ambiente. O incluso de su estado de estrés, que las plantas también tienen sus preocupaciones. Los científicos pueden extraer datos muy interesantes cuando la tecnología se desarrolle sólo un poquito más.
Así que no nos extrañemos si vemos árboles conectados a Internet dentro de poco. Lástima que no les dará por usar el Twitter...
Por si eso fuera poco, resulta que no sólo los aparatos tecnológicos que conocemos ahora - y los que desarrollen en los próximos años - estarán conectados a Internet, sino que a esta red de redes se incorporarán cosas hasta ahora bastantes analógicas. Veremos que se conectarán montañas, casas... y árboles, como bien se comenta en el título de esta entrada.
¿Cuál es el sentido de conectar un árbol a Internet? Es simplemente por lo mucho que nos puede contar una planta si lo pensamos un poco, y es que sabe un buen puñado de datos que en la sociedad de la información pueden ser vitales. Puede hablarnos del clima, del estado del suelo, de vibraciones que detecte con sus raíces o de la humedad del ambiente. O incluso de su estado de estrés, que las plantas también tienen sus preocupaciones. Los científicos pueden extraer datos muy interesantes cuando la tecnología se desarrolle sólo un poquito más.