Estamos hartos de verlo, es una noticia que se repite casi cada mes: ¿Por qué siempre se fijan en los medicamentos a la hora de recortar en sanidad?
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Cosas de contabilidad... ya sabéis |
Es sencillo: es la parte mejor controlada del gasto. Las fechas de retirada de los medicamentos dispensados están debidamente documentadas, sus precios bien conocidos así como las cuotas de pago, por tanto es muy sencillo realizar un gráfico del gasto mensual en farmacia. Por ejemplo, desde la entrada de los genéricos como tratamientos análogos a las marcas, considerablemente más caras, los administradores consideraron con acierto que un gran ahorro se podría producir por esa vía si se encontraba la forma de recetar genéricos, y al de poco tiempo comprobaron que así era. Una sobresaliente sincronización entre gestión, prescripción y dispensación.
Entrañables armarios a los que no les falta de nada. |
Lío en el hospital: Hoy en día, pese a medidas como estas, el gasto en farmacia sigue siendo muy superior a lo que de base podría costar, y en especial, en farmacia hospitalaria: los medicamentos usados para los pacientes que se tratan en el centro o bien externos con algunas condiciones a considerar. Esto es: sabiendo la demanda de fármacos que necesitan los pacientes de los hospitales del país y traduciendo eso al coste correspondiente, la realidad es que los presupuestos suponen una nada despreciable desviación al alza sobre los precios teóricos.
Hay varios factores que influyen en este sistema, pero son especialmente llamativas la elección de compra a determinados proveedores y la decisión de cuales son las alternativas terapéuticas más adecuadas entre las que existen en el mercado. Se ha pensado que esto se podría desarrollar de un modo más sencillo por procesos que podrían simular una centralización.
Nos puede dar un infarto... |
Descartamos centralizar las compras: Tal y como está dispuesto actualmente el sistema sanitario, donde las competencias son de cada región, es complicado hablar de concentrar las compras. Habría bastantes discusiones por parte de las CCAA al respecto, de carácter meramente político. Y de hecho, se les puede dar la razón: una organización de los pedidos de parte de Madrid, por ejemplo, no encajaría en el actual sistema, donde seguramente se producirían muchos retrasos en la llegada del stock a cada provincia porque no existe una centralización real, y una ficticia no arregla mucho el problema: los trámites serían kilométricos y las cosas de palacio, pues van despacio. Para más de algunos, motivo de serios problemas.
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Suena bien... ¡Y además da prestigio! |
¿A qué esperamos? Seamos eficaces.