martes, 14 de mayo de 2013

Coffee world

"A veces me pregunto cómo nos verán las generaciones futuras. Imagino que habrá tours para visitar los inicios del s. XXI, donde los niños recorrerán las fidedignas recreaciones de nuestras calles, cómo no, adornadas de Costa Coffee, Caffe Neros y Starbucks y aprenderán de 'La Gran Locura del Café' que vivieron sus ancestros" comentaba una jocosa Harley Freeman, columnista del diario The Guardian.

A nuestro país aún no ha llegado la fiebre del café para llevar - aunque está empezando con fuerza en algunos puntos - pero en otros países es algo digno de ver. Envases de café desbordando las papeleras, somnolientos bebiendo café en los autobuses con galleta gigante incluida, colas que salen de los establecimientos y se confunden con las del autobús... Esta situación, casi kafkiana para el extranjero que allí aterriza pero muy cotidiana para sus habitantes, puede llegar a convertirse en un referente clave para entender este periodo. Freeman da en el clavo.

No es un tema baladí: el consumo de café tan extendido durante las últimas décadas ha convertido a este producto en uno de los más valiosos a nivel mundial, moviendo sumas desorbitadas de dinero cada año.  Las grandes compañías, pero también las cafeterías pequeñas, han sabido aprovecharse de este negocio con una oferta arriesgada de precios abusivos que ha funcionado increíblemente bien. La moda del vaso para llevar, con café y algún añadido, incluido así como un elemento más de la vida moderna, resulta apasionante.

Como curiosidad adicional, debo comentar que hay negocios que están dirigidos a la venta exclusiva de café para consumir de pie. He visto con mis ojos establecimientos que apenas disponían de dos mesitas en su interior y eran prácticamente una barra dispensadora de cafeína en vasos de cartón para el paseo. Una apuesta por lo que se ve bastante segura.


No sabría decir qué me llama más la atención de todo esto, si el consumo tan desenfrenado de café o el hecho de consumirlo para llevar. Yo también me apunto cuando puedo a la moda de llevar el café mientras voy andando, es algo irresistible y que te hace estar acorde con el paisaje. Y el café está delicioso, no vamos a negarlo.

Pero cuando tiro el envase a la papelera, no puedo evitar pensar que nos están robando el tiempo. Que el café que he consumido mientras caminaba a las clases o esperando en la parada no puede para nada sustituir al café que me tomaba en compañía de otros alrededor de una mesa y sin preocuparnos del tiempo que pasaba ni de lo que vendría después. Ahora el café es de entretiempo, para llevar, para no dejar recuerdo.

No sé qué conclusión sacarán los niños del futuro, no me importa mucho que pienses que éramos adictos a la cafeína.

Pero me preocupa que piensen que nos dejáramos robar el tiempo....


4 comentarios:

  1. Nah. Puede verse desde esa perspetiva, la de que parece que vivimos en un mundo que nos impele por todos los medios a no vivir, como si todo estuviera hecho para meternos prisa, para agobiarnos, para convertirnos en esclavos apresurados del ritmo frenético del orbe... pero yo creo que más bien es una forma de sacar dinero que, por raro que parezca, no me parece en absoluto miserable o criticable (bueno, eso de los mini cofee bars quizás sea un poco excesivo, pero en fin, también está McDonald's...). Es decir: las empresas saben que hoy en día la gente tiene prisa. es más una cuestión del mundo en sí mismo que solamente del café. Así que lo que hacen es tratar de ofertar a la gente soluciones a sus problemas de tiempo. Hacer la ingesta de café (muy necesario para mucha gente, dados los madrugones) más cómoda y fácil.

    Por otra parte, la verdad es que es brutal comprobar cómo el café se ha convertido en una tan extendidísima costumbre social ya desde el siglo XIX (las tertulias de los liberales en los cafés de las avenidas, oiga). Hoy en día es raro quien no se toma un café, sea por necesidad o simplemente por el placer de disfrutarlo (para lo cual, según veo, la gente sigue prefiriendo todavía la terraza y la tranquilidad; irónico, teniendo en cuenta que esta bebida es un poderoso estimulante). Incluso se ha extendido muchísimo la expresión "vamos a tomar un café", aunque al final no te tomes necesariamente un café (aunque es lo más recurrente, del mismo modo que la Coca-Cola es el refresco más típico; somos animales de inercia y costumbres: solemos ir a tiro fijo). Es como el "tomar algo". Yo suelo utilizar tal expresión... aunque no me guste el café, y por ello, no lo haya tomado en mi vida.

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    1. Me han gustado tus tres primeras líneas, planteando algo que a mí me asusta pero quitándole importancia, jaj. Pero la prisa... es preocupante.
      Si algo se les da bien a las empresas es aprovecharse del mercado, eso no hay duda, tienes toda la razón. El café es un icono ya, cualquiera que sea el formato.
      Has hecho una gran reflexión una vez más.
      ¡Un saludo!

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  2. Opino como el del primer comentario: lo que hacen las empresas, es facilitarnos las cosas, vendernos café para llevar, para los que tienen prisa, aprovechar el camino al trabajo para tomarse el café.

    Me ha llamado la atención el final, donde dices que el café para llevar nos está quitando tiempo de pasarlo en sociedad.
    Estuve en Toronto el año pasado, y si que se aprecia claramente lo que dices: colas en los cafés para llevar, y mucha gente en el metro por la mañana con su café en la mano. No sé si en España llegará en algún momento a ser así.
    Lo que sí tenemos en España, es "la hora del café/té" después de comer, y eso sí se hace en compañía en casa o en una cafetería. La hora del café de después de comer, no nos la van a quitar las empresas de café para llevar.

    ¡Un saludo!

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    1. Siempre, las empresas siempre miran por nuestras necesidades y adaptan su producto a nuestra comodidad... o a nuestra prisa.
      Quizás poco a poco, pero cueste. Valoramos mucho aquí los ambientes donde se toma el café, las gentes con las que los compartimos, las terrazas y las tapas... Pero todo puede sobrevenirnos.
      Maravillosa costumbre la nuestra, a ver si la conservamos :)
      ¡Saludos!

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