Somos los raros.
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La mejor hora del día |
Casi todos los países adaptan a la mayoría de sus trabajadores una jornada
continua en la cual cumplen sus 8 horas diarias. El secreto está en empezar
bien temprano y parar lo justo para comer. Son evidentes los beneficios
directos que esto trae: aumenta la
productividad porque el parón de casi dos horas para comer es perjudicial para
el mantenimiento del ritmo (después de comer se rinde muy poco, y si además das
tiempo para un café tranquilo ni te cuento, creo que hablo por todos) además
que por la mañana se está generalmente más activo que por la tarde, aunque
cueste madrugar.
Aunque es cierto que aquí hay algunas empresas que ya la han adaptado, todavía
queda mucho por hacer. Evidentemente, algunos comercios, como los bares, difícilmente
pueden adaptarla; pero la gran mayoría tiene que dar el salto. También pasa en
las universidades, por poner un ejemplo.
Me gustaría desarrollar un par de resultados positivos, paralelos a la
productividad y centrados en el ámbito más social, que se obtendrían si se
aplicase más esta ley en España.
1) Conciliación familia-trabajo: si alguien sale de trabajar pongamos que a las 17:00 como
tarde, llega a casa temprano y tiene gran parte de la tarde para dedicársela a
sus hijos. Estoy seguro de que esto sería muy beneficioso en los tiempos de
fracaso escolar que vivimos (¡rondamos el 30%!), si los padres pudieran pasar
tiempo con sus hijos apoyándoles en los estudios y motivándoles en los distintos
aspectos de la vida, para que tengas todo tipo de inquietudes. Educar es parte
de la familia, no tanto de la escuela. En otros países esto ayuda y potencia el
rendimiento escolar.
Pero si llegas a casa a las 20:00, llegas cansado,
sólo piensas en cenar y ver la tele un poco antes de dormir. No te vas a poner
a hacer el Conocimiento del Medio de tu hija, porque es un rollo. Y lo entiende
cualquiera. Y aquí es más fácil echar la bronca al profesorado, de lo poco que
se preocupan por ellos.
En el ajedrez también es la mejor. |
Esto afecta incluso a las madres, que con este
horario son perfectamente capaces de trabajar. (Nota: no hablo de madres por
ser machista, sino porque en esta sociedad tan poco feminista es a ellas tradicionalmente
a quien les suele tocar, aunque por fortuna esté cambiando.) Tristemente, son
muchas las mujeres que, aunque tienen oportunidad de trabajar, con esas
jornadas de 9:30 a 13:30 y de 15:30 a 19:30 ven todo el día ocupado y a veces
tienen que renunciar al trabajo por cuidar a los hijos (esto también depende
del machismo del padre y del Estado: proveer guarderías públicas). Pero
trabajando sólo hasta el mediodía y con una guardería, es perfectamente posible
que ambos padres tengan tiempo al día suficiente para trabajar y cuidar al
niño.

Mira por donde…
¿Alguien se ha dado cuenta de que esto favorece el
consumo? Indirectamente, si uno tiene tiempo libre suficiente, es muy probable
que en esa inversión de ocio acabe comprando algo. La economía se reactivaría
mucho, los comercios realmente venderían más y eso es ahora mismo algo muy
necesario.
Por eso me gustaría dejar estas dos reflexiones.
No sólo desde el punto de vista del rendimiento, sino el cambio también tiene
efectos educativos, de soporte familiar, feministas, de impulso de la economía,
de bienestar individual y social…
Creo que deberíamos probar.
Grande Luis. Disfruto leyendo e instruyéndome. Gracias. José Manuel.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo! la jornada continua tiene muchas ventajas! En EEUU en las ingenierias además de realizar la jornada cntinua, cada día meten una hora más de esta forma, tienen libre uno de cada dos viernes, lo que facilita mucho las cosas. Sin olvidarnos que aquí como trabajes y tengas que hacer una gestión en el banco, no tienes horas en el día para hacerlo a no ser que te ausentes de tu puesto de trabajo!
ResponderEliminarun kiss
Rocío